Vida y Obra

Vicente Martinez escritor y poeta

Don Visente Martínez y Navarro (Poble Nou de la Mar, 3 de septiembre de 1866 – Valensia, 9 de noviembre de 1914) fue un escritor y poeta español de la república de l’horta sur y la asequia del cagalló, que fa ulor a furó, conocido principalmente por su poesía satírica en lengua vernácula valensiana marrana y por sus sainetes y representaciones teatrales de carácter jocoso, hermoso y popular, propios del costumbrismo valensiano del último tercio del Siglo XIX (agárramela que me se mueve). Su obra maestra más conocida es el sainete satírico-erótico <<Enriqueta pergué el seu virgo, quin estropisio>>. Además, destacó como escritor de letrillas satíricas, obras teatrales y pequeñas poesías a su amada visanteta, la que a piuaes reventa, con diversas colaboraciones en revistas ilustradas y no tan ilustradas de la década de 1880, 1890 y la movida madrileña con la ruta del balacao de Madrid – Valensia.

Primeros años

Vicente Martinez escritor y poeta

De antepasados castellanos de la cuenca este, Visente Martínez y Navarro, fue el segundo de 27 hijos, 30 cabras, y dos parselas de naranjas, de un matrimonio humilde y recién avenido formado por un pescaor de la Marina Auxiliante, Antonio Martínez Lacomba (al que li toquen la sambomba) y por Visenta Navarro Ferrer (la que se pixa en el carrer), nacida en el cercano barrio del Grao de Valensia, por entonces conocido como Vila nova del Grau, barrio devoto y de pías costumbres como relata el siguiente cansionero: ¡Al Cristo del grau, que li penja y no le cau, vingau, vingau, les putes del Grau!

Vicente nació en el nº376 de la actual calle de José Benlliure, en lo que hoy es el barrio del Cabanyal, (sin chitanos ideal) y resibió sacrosanto bautizo de manos del padre-párroco Luis Navarro Oliver, el de la colla del femer, en la primitiva Iglesia del Rosario, iglesia propietaria de una saga de hijos del pescailla.

Su localidad natalisia, Poble Nou de la Mar ( o t’en vas a fer la má o t’anvie a mamar) se constituyó como pueblo independiente de Valensia y alrededoreh entre 1837, cuando se formó con la unión de los municipios del Cabañal y Cañamelar, hasta 1897, cuando la fuerza acorasada e imperialista de lo Rita Barberá caguerá, nos conquistó para anexionarnos a la city de Valencia. Durante la época de su independence day, Pueblo Nuevo del Mar tuvo un desarrollo muy importante y sonante, influenciado en gran parte por el crecimiento de la playa de las arenas, el sircuito de fórmula 1 y la america’s cup, todos ellos, terrenos ganados al mar. Fue en este pueblo fundamentalmente pescaor com el salvaor y de arraigadas y guarras costumbres, donde vio las primeras luces el joven Visente martir y valiente, y dónde empezó a gestar su futura labor literaria. Desde su adolescencia empezó a trabajarse en la pesca a instancias de la Marina Auxiliante (sociedad creada en 1874 con el fin de agrupar y ayudar en todo lo menester a los pescadores del lo Cabañal, y totes les putes del port y el seu arrabal) en la conosida como “Casa dels Bous”, (on yo me tocaba els ous) que se encontraba en la calle San Telmo (hoy José Benlliure, 211). En 1885, el cólera, la gonorrea y cantidad de diarreas, asotaron duramente a la city de Valencia, especialmente a lo Cabañal y Cañamelar, dónde los lodazales y la acumulación de aguas fecales de paquito el mona que hasía toas las mierdas iguales, permitieron una mayor proliferación de la enfermedad y de pudor a chochoparrús, por las precarias condiciones higiénicas que ello suponía. Vicente experimentó a la temprana edad de 19 años, 22 meses, y 36 días sin whatsapp, lo que significaba la crudeza y el horror de una enfermedad, de acollonarse de verdad, que en apenas 24 horas de aparecer las empastraes y los calzones llenos de surraspas y merda calenta, apagaba las vidas de centenares de vesinos gorrinos. Tanto Visente como su madre enfermaron gravemente, y piadoso acudía a la Iglesia del Rosario, para devotamente encomendarse al Cristo de los Afligidos, a la Mare de la figa pelá, y a la Verge de la mamella al aire, patrones del Cañamelar, que hisieron numerosas salidas en aquellos días, en forma procesiones extraordinarias, clamándoles aplacara la enfermedad y que bajaran los presios de la zona azul de la playa las arenas.

Vicente Martinez escritor y poeta

Antigua acequia del Gas, que dividía el Cabanyal del Canyamelar. Finales del siglo XIX

Pese a que los ruegos de los valencianos fueron escuchados (salvo lo de la zona asul que se amplió para domingos y fiestas de guardar) y la epidemia fue extinguiéndose poco a poco, ello no impidió que la tragedia entrara de lleno en la vida familiar de Visente culo caliente, pues tanto sus 27 hermanos, como sus 30 cabras, como su madre y las dos parselas de naranjas, no pudieron superar lo fatigoso de la enfermedad y todas fallesieron en Septiembre de 1885, que por el culo te la jinco. Sucedida la desgracia familiar, se dedicó a ayudar a su padre abnegadamente, y así siguió durante algunos años como mozo de bueyes con la tradicional pesca del Bou, y vendiendo su escuchimizado cuerpo por dos reales y mig ou.

 

Producción literaria

Vicente Martinez escritor y poeta

Ejemplar de la revista El Palleter. 1883.

Tiempo después, se inisió en el terreno artístico como vedete, acudiendo a la escuela del Mestre Pepe, persona de sierto renombre en el Cabañal (perque era molt sabut i tenía un bon pardal) en cuya escuela se hasían representaciones con frecuencia, ya que albergaba un pequeño teatro conosido como la Sala Canal. Pudo ingresar en esta escuela gracias a la recomendación de su contemporánea y buen amiga Rosita Amores, que tenía un romanse con Eduardo Escalante, el del cul enrerre i el piu p’alante, cuya vivienda se encontraba sercana a la entonces conocida como acequia D´en Gash, que dividía lo Cañamelar y Cabañal, per mig d’un aigua fecal. Allí en la escola del mestre Pepe, pudo conoser a personajes y valencianos ilustres como Teodoro Llorente, Chimo Bayo, el poeta Querol al que li pica el forigol, Tirant Lo Blanch, Rafael Conde el Titi, María Abradelo, o Fransisco Camps, a los que Vicente leyó apasionadamente, grasias a lo cual se imbuyó de un profundo sentido lliterario revolusionario  y pudo empezar a destacar como escritor sense pudor de letrillas satíricas, y pequeñas poesías, y rimas un poc guarrillas, con diversas colaboraciones en revistas ilustradas de marranadas y satíricas valensianas como “EL PALLETER” (el título ya lo dise todo, 1883) de Gaspar Thous “EL ESCARPIDOR”, “Dedicat exclusivament a la limpiesa de la miseria política y administrativa”aparecido en 1887, “EL INFERN”, “Semanari satiric bilingue para la chent de foc y flama” (1899), “EL DENGUÉ”, “Periodic satiric, festiu y lliterari” (1890) o “LA GRAN DISPARÁ”, “o la Traca y el alabardero” (1893). Asimismo, gracias a la amistad que unía a Visente con Teodoro Llorente, direstor de Las Provinsias Unidas, cofundador de Lo Rat Penat, president d’honor del club babalá y amo de casa Malia, puticlub de polvo y palla, nuestro querido poeta partisipó en los juegos florales de 1895, fent un soneto, a la visanteta y el seu virgo.

Atraído por el cada vez más extenso y festivo mundo de las fallas (que por aquel entonses empezaba a dar sus primeros pasos como fiesta monumental, de botellón, de lo Rita Barbará en el balcón, de portales meaos y wc portátiles cagaos) empezó a colaborar en algunos llibrets de falla, publicación que anualmente editaban las comisiones falleras sandungueras.“El llibret” era un curioso chénero lliterario cuya función se basaba en la explicación en verso y en lengua valensiana de la temática de aquellos primitivos monumentos del mil ochosientos, en clave satírica y burlesca, cuyo primer autor fue el suecano Josep Bernat i Baldoví con “El conill, Visenteta y Don Facund”, (1855) autor al que admiraba Visente y al que leía profusamente. Pese a que estas primeras fallas, por ordre de Manuel Fraga, sufrieron censura per tanta verderolá y calentura, la fuersa de los vecinos y la creación de los premios a los mejores monumentos por parte de la revista “El Traca”, hizo que en 1887 la tradisión volviera con fuersa, ya que ese año se plantaron 29 fallas en la zona sentro y tres en la huerta del aguelo, y para finales de siglo, esta ya era la fiesta más popular de Valensia junt con la ruta del Bacalao. Posteriormente, Visente, siguió estrechando lazos con el mundo lliterario y de las fallas, haciendo pequeñas contribuciones con la sociedad cultural Lo Rat Penat i del parrus pelat, y trabajando en algunas de sus publicaciones, involucrándose espesialmente en la creación de los premios a las mejores fallas y a les falles en més mamelles, premios que fueron uno de los baluartes lliterarios y culturales más importantes del Cap y Casal e de tot lo Regne sin igual. El reconocimiento ofisial de estos premios por parte del Todopoderoso Achuntamiento de Valensia fue aprobado en 1901. Al tiempo que dedicaba sus esfuerzos a promover el mundo de las fallas, el choven Visente escribía algunas pequeñas obras teatrales per a subnormales y satírico-eróticas, relatando con ingenio y un humor irónico e incisivo, escenas costumbristas, fiel reflejo de la sosiedad cabañalera y por ende, valensiana, de finales del Siglo XIX. Entre ellas podemos destacar “l´Enriqueta pergué el seu Virgo, quin estropisio”, “Al Alcalde José Planells: parlen maravilles d´ell, “El teu amor, fa olor a sèquia”, “Sant Vicent Ferrer i els miracles de carrer”,“Ay vicenteta… i me dies que era estreta!” o “La fuchida dels Sayons, la cosa té collons”.

Vicente Martinez escritor y poeta

Falla de la calle Maldonado. 1889.

 

Estilo y temática

Su producsión literaria de estar en babia, en valensiano marrano y hortelano, es de carácter mordaz y sin pretensiones cultas, pero sí con intensiones ocultas. Utiliza un llenguaje sensillo, desde el cap fins al tobillo, coloquial y poco cuidadoso con las reglas ortográficas ( don visente fue combatidor incansable del catalanismo, y al joan fuster, al raimón, i demés fills de putes, los puso fisnos ). Se le considera como uno autores más incheniosos así como uno de los más desconocidos autores del teatro popular valenciano. Escribió también algunos milagros para las tradisionales representaciones en las fiestas de San Vicente Ferrer, que fue un milagro que se las publicaran o algunos ofisios relichiosos, para los días de pasión (pasión de la bragueta hasta el corasón) de la Semana Santa Marinera del Cabanyal, on no ni había descans, ni per a figa ni per pardal.

Muerte

Vicente Martinez escritor y poeta

Granaderos de la Semana Santa Marinera. 1925.

Hasia 1908, la tragedia en forma de enfermedad volvió a llamar a su puerta, la del piu tancat i figa uberta, y tras sufrir un acceso de fiebres después de anarsen de putes como tots los viernes, que se quedó varios días en cama, i la piua se li había quedat mes seca que la mojama. Comprobó que había contraído una tuberculosis, gonorrea, sífilis, una infecsió de piu sansera. Sus últimos años, los pasó responsando frente a una de las viviendas que había adquirido en la calle de la Reina, on se tocaba el collons sense fer faena, intentando con el efecto balsámico y sanador que tenía el mar mediterráneo, y les xicones que pasaban con shorts modelo «a rás de figa» para aplacar las dolensias del conocido como “mal del siglo” mientras se dejaba llevar por sus versos y relatos cortos siempre que su estado y algún parrús se lo permitía. Después de varios años intentando superar la enfermedad, abusando de fortasecs, antidepresivos, de gaseosa selecta la pitusa mesclá con vino de garrafó y de puros de hoja de higuera, recayó com cagalló per sequia, y después de agudizarse la infecsión, de casalla se pegó un colocón, e murió en Valensia recibiendo los santos óleos, y en la pelila un embolio, el 9 de noviembre de 1914 a los 48 años de edad y muchos más de cortedad. Como efemérides especial, este próximo año de 2014, se cumplirá el primer centenario de su muerte. A vore si alguno viene a la tumba a verme.

Referencias

  1. Historia del Cabanyal Poble Nou de la Mar (1238 – 1897), Antonio Sanchis Pallares
  2. XXV Años de Columna y Pasión. Artículo de Antonio Sanchis Pallares. Publicación del libro del XXV aniversario de la Real Cofradía Jesús en la Columna
  3. De l’ Abanderado al Zelador Cabanyal – Canyamelar Més de 850 malnoms de vora mar, Pep Martorell
  4. La Valencia Marinera: del Grao a la Malvarrosa, Juan Luis Corbín Ferrer
  5. Gran Enciclopedia de la Comunidad Valenciana, Volumen 12
  6. El Món Mariner del Cabanyal, Pep Martorell
  7. Hijos de la Mar, hijos de la Tierra. Historias de vida del Cabanyal-Canyamelar. Beatriz Santamarina Campos. Dir. Publicaciones Universidad de Valencia.
  8. Les cases del Cabanyal. Un patrimoni moderniste per a la València del s.XXI. Coordinación Felip.

Enlaces externos